"Seguiré escribiendo lo que pienso", Luna Miguel

Luna Miguel, por Rai Robledo

Se comenta que empezaste a escribir a los trece años, ¿es así? Más o menos. Empecé por leer mucho, y de pequeña escribía cuentos y dibujaba, pero empecé a tomármelo enserio entre los 13 y los 16. 

Tus padres son editores, ¿crees que te ha influido en tu trayectoria? Sí, obviamente. Me tuvieron muy jóvenes, a los 17 años, yo he crecido con ellos y ellos conmigo. Como me he ido criando con ellos, he adoptado sus lecturas, he seguido muy de cerca todos sus progresos y, por tanto, he heredado todo el mundo de la edición y de los libros.

¿Si tienes que abrir el periódico por una sección cúal eliges? Cultura, bueno, en realidad no leo prácticamente otra cosa. Ahora, con internet, ojeo las últimas noticias y voy  directa a lo que busco. Gracias a Twitter tengo a mis líderes de opinión favoritos, que son diferentes periodistas que me gustan y van enlazando noticias; ya casi no me hace falta abrir un periódico.

¿Cómo fue el salto de tener tu propio blog a tener tu propia columna en Publico? Fue una casualidad. Mi blog es personal y lo otro lo leen muchas personas y es un espacio en papel. La gente que lo lee en papel lo suele apreciarlo más que la gente que lo lee en internet. Para mí ha sido y está siendo, llevo ya dos años, como un proceso de aprendizaje.

¿Cómo fue?¿Te hicieron una oferta? Cuando tenía 18 años vivía con mis padres en Madrid. No quería irme de vacaciones con ellos a Almería, así que quise pedir prácticas en algún periódico. Fui a Público porque me gustaba, a la sección de cultura, y pedí práctica; me las dieron; me las quitaron porque era demasiado joven... Pero como le caí en gracia al ex-redactor jefe de cultura me ofreció una columna literaria y juvenil, divertida. Así empezó todo.

¿Dirías que te autocensuras en algún tema? Es gracioso que me preguntes esto. Hace bien poco hubo mucha polémica sobre un texto que escribí sobre Mariano Rajoy. He recibido insultos en Twitter y algunos periódicos de derechas, y críticas en Intereconomía. De repente te cuestionas, ¿debería haberme censurado? Pero luego te das cuenta de que no; de que simplemente estaba haciendo ironía sobre lo que hay detrás de esa persona pública. Aún así, si me tengo que autocensurar con algo quizá sea con mis pensamiento más vagos, en economía o política, temas que no conozco suficiente.

¿De toda tu producción hasta ahora, de qué estás más orgullosa? Quizá de lo que más orgullosa estoy es de mi blog. Empecé con 15 años, acabo de cumplir 21, y es algo que forma parte de mi vida. Creo que es importante porque es un campo de trabajo, es un sitio donde yo he recogido lecturas, etc. Es importante. 

¿Y de tus publicaciones? El libro Tenían 20 años, estaban locos me parece un trabajo importante de búsqueda, y de poder ayudar a otra gente que merecía ser leída y ver publicados sus textos. Me siento muy orgullosa de haber ayudado a poetas de mi generación con un poco menos de voz a poder proyectarla.

¿Qué puedes contarnos sobre Sailor's Grave, tu próximo libro?

Es mi cuarto libro de poesía, es sobre el cáncer de mi madre, sobre drogas, sobre la independencia... Mi independencia. Estoy contenta con el resultado. Todo el mundo se mete con los poetas por escribir libros de 50 páginas, y eso es lo que había hecho hasta ahora, pero este ya tiene 140, cosa que  me ha costado mucho. A ver si funciona.

¿Ya está terminado? Sí, sólo necesito que alguien me pegue una hostia para corregir cosas que yo no he visto y que estarán mal. Y encontrar una editorial.

Ahora que has llegado a donde estás, ¿qué esperas conseguir en el mundo laboral? Estoy de becaria en Random Hause Mondadori, en la parte de literatura, que es para mí, junto a Anagrama, Azadekai y  alguna más, una de las editoriales más importantes en España.  Me gustaría seguir allí, me gusta la edición y es una oportunidad muy buena. Lo que he aprendido en dos meses y medio ha sido más que en cuatro años de carrera.

En cuanto a Público, no sé si seguiré, pero seguiré escribiendo lo que pienso.